Lámparas de sal. Ionizadores naturales para la salud y el bienestar

Según la antigua sabiduría del Feng Shui, el arte milenario chino que estudia la armonía entre la luz, los colores, la simetría y la distribución de los espacios, la luz disuelve las energías negativas y atrae la fuerza vital, la alegría y la salud.

Las energías negativas tienden a estancarse en el interior de las casas y la iluminación se convierte en un factor clave para mantener el bienestar físico y psíquico de todos los habitantes del hogar incluidos animales y plantas.

El Feng Shui recomienda distribuir lámparas por todos los rincones oscuros para reforzar el Chi, la fuerza vital que está presente en el Universo y en todos los seres vivos.

Una de las mejores formas de intensificar la energía vital es utilizar lámparas de sal, combinación casi mágica de luz y de color, que además equilibra el exceso de iones positivos perjudiciales para la salud gracias a la presencia del yodo salino, que enriquece el ambiente con iones negativos.

lamparassal

Las lámparas de sal son ionizadores naturales que absorven el exceso de ondas electromagnéticas emitidas por televisores y electrodomésticos en general y ayudan a crear una atmósfera sana. No olvidemos que la sal contiene todos los oligoelementos que necesitamos para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Las piedras de sal tienen su origen en los primeros instantes del nacimiento de nuestro planeta. Ya existían en el océano primario que cubría en su origen la superfície de la Tierra. Allí donde el agua era menos profunda y donde el Sol la evaporaba quedó la sal en forma de pequeños granos o cristales. Estos sedimentos de sal pueden tener 250 millones de años y son por lo tanto anteriores a la aparición del hombre en la Tierra.

Con el tiempo, los sedimentos de sal llegaron a tener un espesor de cientos de metros. El viento los fue cubriendo de polvo y tierra y los movimientos sísmicos los sepultaron bajo piedras y rocas. Por esto esta sal se encuentra atesorada de moles de gigantesco tamaño que deben ser dinamitadas y taladradas para extraer su precioso contenido. Con esta sal se elaboran las lámparas de sal.

Terapia a través de los colores.

Los colores pueden activar la energía del organismo y favorecer la curación de determinadas dolencias, así como inducir estados de relajación o de actividad mental según sea el color elegido.

El naranja estimula y proporciona sensación de bienestar, calidez, relaja cuando hay situaciones de estrés, calma la ansiedad y activa los riñones y la vejiga.

El amarillo intensifica la concentración y las capacidades intelectuales y estimula hígado, vesícula y esófago.

El rojo refuerza el sistema circulatorio y el corazón activa la energía vital.

El rosa favorece el amor, la convivencia y propicia el acercamiento emocional a quienes nos rodean.

El blanco es el color de la pureza, la curación y la limpieza.

El marrón refuerza la unión con la tierra y con los seres vivos y posee también cualidades curativas.

Toda esta gama de colores, especialmente la que va desde el melocotón hasta el naranja oscuro se pueden encontrar en la delicada escala cromática que presentan de forma natural las lámparas de sal.

Efectos curativos de los iones negativos.

Los más recientes estudios científicos demuestran que las lámparas de cristal de sal pueden aumentar el número de iones negativos hasta en un 300%.

En la naturaleza estos iones se originan a través del viento, la luz del Sol, las cascadas, las tempestades o la lluvia. En el aire fresco encontramos hasta 4.000 iones negativos por centímetro cúbico y cerca de una cascada pueden contabilizarse hasta 10.000. No obstante en las grandes ciudades su número los 100 por centímetro cúbico.

Una forma efectiva de conseguir aumentar los iones negativos en el hogar, pasa simplemente por instalar una lámpara de sal que además reducirá los agentes contaminadores del aire.

Los iones negativos pueden proporcionar una mejoría considerable en casos de alergias, dolores de cabeza, jaquecas, reduciendo la severidad de los ataques de asma, fortaleciendo el sistema inmune, aumentando la productividad en el trabajo, fortaleciendo la concentración e incluso reduciendo la susceptibilidad a la gripe.

Los iones negativos contribuyen a disminuir el colesterol de la sangre, disminuyendo así la sobrecarga del corazón.

Cuidados que necesitan las lámparas de sal.

No deben sumergirse en el fregadero ni limpiarse con un trapo húmedo ya que la sal podría disolverse. Por el mismo motivo no deben dejarse mucho tiempo al aire libre, junto a una ventana abierta o en una estancia húmeda. También hay que mantenerlas a una distancia prudencial de fuentes de agua y de plantas que precisen un riego regular. En caso de que la lámpara se moje, lo mejor es dejarla encendida hasta que se seque. Para su mantenimiento basta simplemente con limpiarla con un cepillo o con un paño seco.

Meditación de luz con la lámpara de cristal de sal.

Tómese al menos 20 minutos de tiempo y siga los pasos indicados en un hambiente de tranquilidad y silencio.

Relájese y siéntese con la espalda recta en una silla y coloque la lámpara de cristal de sal delante de usted.

Enciéndala, mire la luz y olvídese de todo lo que le rodea. Si nota que se va a distraer, concentre su atención en la luz y deje que ésta penetre en su cuerpo y en su mente.

Cierre los ojos y sienta el calor y la luz en su pecho.

Deje que la luz le invada poco a poco hasta notarla en el plexo solar y en la cabidad abdominal.

Si lo desea, ya puede abrir los ojos de vez en cuando para que penetre más luz en su interior.

Sentirá cómo llega hasta sus brazos, sus caderas y sus piernas, descendiendo hasta los dedos de los pies.

Deje ahora que la luz suba hasta su nuca y disfrute de la sensación de estar lleno de luz.

Piense con personas con quienes deseraría compartir estos momentos de meditación y relajación y expanda su conciencia con un sentimiento de amor.

Poco a poco, muy lentamente, vaya notando cómo la luz se disuelve en su interior.

Abra los ojos y continúe todavía durante unos instantes contemplando la luz de la lámpara.